PASEO POR LAS RAMBLAS

  

 

Si de algo es lo que puede presumir Fuente Álamo es de tener un número de ramblas que son perfectas vías naturales sobre el cauce seco de estos ríos. Es allí donde antiguamente vivían muchas familias que levantaban su vivienda en su ribera. Esas viviendas ahora están en ruina pero le dan al paisaje un ápice de genial encanto.

 Una de las Ramblas Casa de la ribera

 

El cauce de las ramblas se usaba para recoger y desahogar el agua de lluvia. De este modo es donde había mayor humedad, humedad de la que son testigos cientos de juncos que habitan en su cauce.

A lo largo de las ramblas, la vegetación que podemos encontrar es muy variada desde pinos, olmos, árboles frutales hasta cañizales y pequeños huertos sin descontar alrededor  nuestros viñedos.

Las formaciones en el paisaje también son muy originales debido a la erosión y a las características del terreno donde la arenisca juega con caprichosas formas y colores.

Aparecen alo largo de su recorrido los tradicionales casutos o casas de labor donde solían vivir varias familias.

Vegetacion Cauce de una rambla

 

Estas casas se podían dividir en dos habitaciones, una principal y otra donde se dormía. La sala principal tenía una chimenea central y a los lados de la  misma, lejas para los utensilios  empleados en la cocina y demás  menaje del hogar.

La habitación más al fondo eran los dormitorios donde se dormían todos juntos quizás separados por una tela a modo de cortina.

No tenían grandes comodidades pero la ribera de las ramblas siempre fue generosa con ellas proporcionando su cauce para cultivo en pequeñas huertas para el abastecimiento familiar en peras, manzanas, higos, nísperos que eran regados por un pequeño pozo del que se sacaba agua a través de una noria y una mula que giraba  sin descanso.

 

 

 

Vista de una rambla Pozo

 

 

 

 

  

EL MAINETÓN
 

 

 

El monte Mainetón es como si fuera ese padre o esa madre que protege siempre a nuestro pueblo. Siempre está ahí vigilando, aguardando….

Ya desde muy antiguo se le vincula con la historia de Fuente Alamo.

Es en el S.XIV, cuando estas tierras pertenecían a Chinchilla, y había que fortificar mediante un sistema defensivo dicha ciudad con pequeñas fortalezas en su término para proteger a los principales grupos de colonización.Estos grupos o podían ser  aldeas o grandes fincas concedidas a los caballeros más importantes de Chinchilla.

En algunos casos como es el de Alpera se hizo construir un castillo.

Se dice que pudieran hacer lo mismo en nuestro pueblo o al menos así lo afirman Martín de Cantos (S.XVI) utilizando alguna fortificación existente para fortificar nuevamente Chinchilla. .Todos podemos pensar que se refieren al monte Fortaleza.

La sorpresa llega cuando es Cebrián en el S.XIX quien observa también ruinas de los antiguas fortificaciones que  las gentes del pueblo atribuían al tiempo de los moros  y señala entre ellos al cerro Maynetón, aunque hay que especificar que algunos de estos asentamientos sean anteriores a la presencia islámica.
 

LADERA  MAINETON

 

 Este cerro por lo tanto tuvo su importancia histórica. Bien es cierto que no se encuentran restos aparentes  visibles que daten del S.XIV como fortificaciones aunque si es cierto que existe una cantera que era utilizada desde la época del dominio musulmán, aunque alguna disposición del roquedo pudiera dar  algunas pistas.

También tiene un interés natural y paisajístico para cualquier senderista donde pueden hacerse interesantes rutas geológicas.

Podemos comenzar bajando por el camino de las escuelas dirección al Mainetón.

Llegados al Mainetón un minúsculo sendero invita a que subamos pausadamente. Un pasillo de roca natural nos aguarda e invita a marcar el camino hacia nuestro objetivo, llegar a la cima para descubrir una bonita vista desde una perspectiva especial.

Las rocas se agrietan proporcionalmente a la altura ofreciendo al caminante curiosas formas y caprichosos dibujos sobre la roca...

Conforme vamos subiendo dejamos tras nuestros pasos una auténtica muralla natural en piedra e interesantes ordenaciones donde se pueden imaginar esas construcciones del SXIV que citaban algunos autores y cronistas de antaño.

Entramos ya en lo que en geología se denomina sinclinal donde la naturaleza caprichosa en sí misma, juega con sus recursos ofreciendo a todos sus habitantes como un ente vivo en sí mismo recogiendo el agua de lluvia.

En la falda y son sus crestas como un balcón de dimensiones impresionantes, se deja vislumbrar paisajes insólitos de nuestro pueblo de sus campos y  su entorno.

Y POR FIN LA CIMA, AQUÍ NO SE ESCRIBE NADA, SE OBSERVA SE CONTEMPLA Y SE SIENTE………………………………………..

 

ROCAS  SUBIDA MAINETON CORTADO

 

Pero no solo  los tesoros visuales son los que nos interesan. Viajaremos pues a la cara oculta de este monte, su opuesta, con sus cuevas y sus formaciones en arenisca.

Bajaremos pues en sentido contrario y mirando al Mainetico.

 

Allí es cuando la tierra y la roca es devorada por el tiempo, comida en sus entrañas deja una carcasa de roca por fuera y un terreno blando desde dentro con formaciones en arenisca bastante curiosas que los entendidos llaman taffoni, un micro modelado especial que ocurre en las crestas de este monte y algunos de  alrededor.

La roca es erosionada en el interior dejando la roca exterior a modo de cascarón.Es tan fuerte el deterioro que puedes entrar dentro de la misma roca.

Ya abajo nos aguarda un valle con zonas de cultivo en el interior de ramblas.Estos cultivos son frutales, olivos, también gran cantidad de lirios, hojas de cardo.

Bordeando el monte  por el Mainetico se aprecian singulares estampas como casas de labor etc.

Seguimos hacia la ladera del Mainetico cogiendo otra vez el camino que venia de las escuelas.Cogemos dirección para Fuente Alamo y a la altura de la granja de” el arroba” sale a nuestra izquierda una pequeña cantera de donde los artesanos locales sacaban la roca para poder realizar encargos sobre esta maerial.Las piedras angulosas son testigo directo de un corte de la piedra en losas y bloques.Los encargos eras desde bordillos, rulos para las eras, pilas bautismales etc. Justo al lado, no muy lejos de allí se sabe de la existencia de una cantera anterior, a la que ya hemos hecho mención que era utilizada en tiempos de los moros

 

MAINETICO  VISTA DESDE LA CUMBRE

 

 


 

 

POBLADO IBÉRICO DE FORTALEZA

LOCALIZACIÓN:

El yacimiento se encuentra localizado en una colina que recibe el nombre del mismo poblado “Fortaleza” que dista a 3 kilómetros de Fuente Álamo.

Su altitud sobre el nivel del mar son 920 m.

Es inaccesible por el norte, el sur y el oeste, quedando solo el este un camino que lleva a las primeras líneas de defensa por un barranco llamado “Barranco de la Matanza”.

En este yacimiento se pueden encontrar restos de tres épocas: neolítico, ibérico y algunos autores e investigadores señalan romanos.

 

 
 VISTA PANORAMICA FORTALEZA

 

 MURALLA   En el yacimiento de “Fortaleza” se pueden encontrar dos enclaves bien diferenciados, el poblado propiamente dicho con una muralla defensiva rodeando a todo el poblado y una zona amurallada a modo de bastión en la cara norte del mismo monte desde donde se domina un amplísimo valle controlando tierras de Hellín (Tolmo de Minateda), Ontur, Tobarra, Villar, Almansa y su corredor cerrando el abanico Monte Alegre del Castillo (Cerro de los Santos).

 

  

 

Por lo tanto, está situado en un enclave estratégico, privilegiado como nudo de comunicación entre los grandes santuarios y poblados iberos de la comarca y provincia.

 

POBLADO:   

 

Está situado  en el sitio más preciso y estratégico del entorno (cerca de la vía Heraclea o camino de Aníbal).

Sería un poblado Ibero-Contestano que ocupaban la actual provincia de Alicante, con el límite meridional en el río Segura y al norte con el río Júcar y parte de la meseta albaceteña como es el caso también del Santuario el Cerro de los Santos y el Tolmo de Minateda.

A finales de la Edad de Bronce y con la colonización romana en puertas, se produce en estas tierras un importante desarrollo cultural como consecuencia de las influencias que venían de poblaciones típicamente mediterráneas como los griegos y fenicios.

El pueblo contestano aparece en fuentes escritas a partir del S.III antes de Cristo. Es una de las culturas íberas más ricas y variadas con importantes manifestaciones artísticas cuya capital podría encontrarse en Iluci (Elche).

Tal y como otros de las mismas características se asienta en la cumbre del monte que lleva su nombre. Está condicionado por el terreno, abierto y coincidiendo con las curvas de nivel.

Cronológicamente se sitúa en la época de mayor florecimiento de la cultura ibérica, es decir S.V y III a.C.

Podemos diferenciar en el poblado dos tipos de construcciones visibles: La muralla y el poblado en su interior.

 

  • La muralla  que protege al poblado ibérico.

 

La defensa del territorio, del mismo poblado y su preocupación, hace que se levante una imponente muralla o fortaleza en este poblado.

En estas murallas se pueden apreciar los diferentes elementos que caracterizan a las murallas ibéricas como contrafuertes, bastiones y torres que la refuerzan.

Está totalmente integrada en la naturaleza de la roca, ayudándola a reforzarla y combinando elementos naturales como rocas, altos escarpes y cuchillos naturales con el tapial de mampostería utilizada por los íberos.

Los muros de esta construcción como hemos mencionado son de mampostería, reforzados por unos contrafuertes que se adivinan cada 2 metros y que ascienden hacia el poblado dirección Este-Oste aproximadamente.

A unos 300 m en sentido ascendente encontramos la puerta de dicho poblado que actuaba como puerta principal en la que se dibuja un habitáculo rectangular que debiera ser  una torre, también en mampostería. Aquí, el grosor de los mismos aumenta. Algunos de estos muros empleados para las torres tenían un alzado y estaban revestidos con un revoco de arcilla. Sostenían un camino de ronda por el que deambularían los defensores.

 

Deja al descubierto una edificación probablemente de influencia griega ya que según sus propios tratados, estas torres redondeadas resultaban ser más adecuadas para resistir el ataque de los enemigos. Por una parte eran más resistentes y permitían mayor visibilidad a la hora de proteger la oppida o poblado. Demuestra por lo tanto que este trazado es de especial interés.

 Son dos torres circulares una de ellas semicubierta por tres grandes moles de piedra que le dan una singularidad a este paraje.

 También  se deja ver una doble muralla tras esta primera línea de defensa aprovechando las rocas desprendidas integrándose todo el conjunto armoniosamente en la naturaleza y rodeando el espolón que corona este monte.

 Todo ello está enclavado en una de las zonas más hermosas del término de Fuente Álamo donde también merecen especial mención:

                     -La cueva de los cañones, una especie de hendidura de forma circular.

-Barranco de la Matanza, lugar donde dice la leyenda que ocurrieron los hechos descritos anteriormente.

 Es por tanto en la arquitectura defensiva donde el poblado ibérico de “Fortaleza” tiene su máxima expresión.



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Pedro Poveda Jiménez

 
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